Teoría de Weber
La teoría de Weber o también conocida como teoría molecular de los imanes, establece que un imán tiene la capacidad de dividirse en un número indefinido de partes. Estas partes no pierden las propiedades de los imanes y manteniendo sus polos magnéticos.
Además de esto también establece que cada molécula magnética está hecha de un pequeño imán conocido como imán molecular. Por otro lado, el proceso de imantación se trata de alinear los imanes moleculares formando hileras magnéticas, a esto se le denomina filetes magnéticos los cuales en los extremos se localizan los polos formados.
La teoría de Weber fue descubierta por Wilhelm Eduard Weber, un físico alemán. Weber estudió el magnetismo terrestre y fue el inventor del telégrafo electromagnético y un electro electrodinamómetro. Después de esto elaboró la teoría molecular de los imanes, que posteriormente fue perfeccionada por Langevin.
Principios de la teoría de Weber
La fuerza que posee un polo norte y un polo sur es la misma. Por otro lado, en el momento en el que la sustancia que se detecta en los materiales se magnetiza. Las moléculas se alinean de manera que el polo sur apunta en una dirección y el polo norte hacia la dirección contraria. A esta alineación de las moléculas se le conoce como que la sustancia se encuentra saturada de magnetismo.
En su contra si los imanes no se encuentran magnetizados, las moléculas no están alineadas por lo que están orientados de una forma aleatoria creando un bucle cerrado.
Si miramos desde el punto de los electrones estos giran a la vez que orbitan como la tierra. Este giro crea un campo magnético, dependiendo de la dirección de rotación habrá una dirección u otra del magnetismo.
En el momento que un imán se ve golpeado, las moléculas empiezan a vibrar rápidamente liberando los campos de atracción que se ubican en los polos formando un grupo cerrado y como consecuencia el magnetismo se va debilitando. Otra manera de perder o debilitar el magnetismo del imán, es someterlo a altas temperaturas, el movimiento de las moléculas va más rápido, al igual que la energía cinética que produce e igual que la otra forma de desmagnetización. Los grupos se cierran debilitando el magnetismo. Durante la desmagnetización del imán, aparecerá la capacidad del imán a retener el campo magnético residual a partir del momento en el que la magnetización se encuentra ausente del imán, a esto se le conoce como retentividad.