Maglev, el tren que levita con imanes permanentes
Japón retoma la carrera de los trenes de alta velocidad con un tren de levitación magnética, es decir un “Maglev”, abreviación de magnetic levitation. Esto significa que este tipo de trenes flota gracias a imanes permanentes reemplazando el hierro utilizado anteriormente en las vías. Estos imanes permanentes son muy parecidos a los que fabricamos en IMA Magnet Factory.
El Maglev ha batido el récord mundial de velocidad al alcanzar los 603 Kp/h y lograr mantenerse durante 11 segundos por encima de los 600. A diferencia de los trenes convencionales y de los ferrocarriles, el Maglev prescinde de las vías, lo que le permite alcanzar semejantes velocidades. El rozamiento con las vías imposibilitaba al tren alcanzar una velocidad tan elevada.
¿Cómo funciona el tren Maglev?
El tren de levitación magnética se desplaza dentro de una guía-viga de hormigón con forma de u. Se mantiene sostenido en el aire gracias a unos potentes electroimanes que lo encauzan, lo propulsan y lo sostienen en el aire convirtiéndolo en el primer tren que vuela. Según explica Iñaki Barrón, director de Alta Velocidad de la Unión Internacional de Ferrocarriles: “La tecnología está basada en el simple principio de atracción y repulsión magnética: los dos polos de un imán se atraen si son de distinto signo y se repelen si son del mismo. El funcionamiento de los motores eléctricos parte del mismo principio. Sin embargo, se les aplica una forma diferente. Es lo que se conoce como propulsión electromagnética."
El tren tiene tres componentes básicos: una fuente de poder eléctrico de gran tamaño, espirales de metal alineando las vías y magnetos debajo del tren. La diferencia que hay entre el Maglev y el tren común se encuentra en la ausencia de motor, además de la energía eléctrica que se encuentra en los espirales metálicos en la guía de hormigón, creando un campo magnético que permite la movilización del tren. En su base, otros imanes permanentes hacen que el tren flote cuando alcanza al menos 100 km/h. Mientras acelera, unas ruedas lo sostienen y se retiran únicamente cuando el tren flota.
Photo courtesy Railway Technical Research Institute
La competición del tren maglev
Al tren maglev le ha salido un fuerte competidor, el “Transrapid”. Alemania también ha desarrollado un tren magnético pero que utiliza una tecnología diferente. El fondo del tren alemán envuelve las vías de metal. Los electroimanes se encuentran encima de las vías por debajo del tren, permitiendo que levite un centímetro, aun cuando está quieto.
La principal diferencia es que el tren japonés utiliza magnetos superconductores, que emiten electricidad aunque se haya apagado la fuente de energía eléctrica. Lo logran congelando los espirales de metal a muy bajas temperaturas para ahorrar energía, pero este sistema criogénico no es muy conveniente por su precio elevado.
Actualmente el único tren Maglev comercial en circulación está en Shanghai (China) y utiliza como base el creado por Alemania. Otros países tienen como proyecto construir estos trenes, pero muchos se limitan por los costos económicos. Es cuestión de tiempo que se construyan trenes Maglev en varias zonas y los costes se abaraten.
Quién sabe, puede que de aquí unos años podamos ir de Barcelona a París en tan solo 2 horas.