¿Cómo los imanes para medicina salvan vidas?
Los imanes para medicina ya no son una novedad. Simplemente porque los imanes hoy en día realizan funciones en la mayoría de los dispositivos técnicos que no percibimos conscientemente a primera vista, y a menudo tampoco a segunda vista. Simplemente porque son funciones auxiliares, por así decirlo, para que el dispositivo relevante funcione y pueda realizar su función principal. Estos pueden ser cosas cotidianas, como el dispensador de desinfectante o una amplia variedad de dispositivos de medición. Pero también hay aplicaciones médicas en las que los imanes son los protagonistas.
El mejor ejemplo de resonancia magnética
Uno de los ejemplos más conocidos del uso de imanes en
medicina es la tomografía por resonancia magnética. El estadounidense Paul
Lauterbur de la Universidad de Illinois y el británico Sir Peter Mansfield de
la Universidad de Nottingham crearon este innovador desarrollo en la década de
1970. En resumen, se genera prácticamente un campo magnético a nuestro
alrededor y se ensambla una imagen a partir de la reacción del cuerpo, que
luego se puede evaluar en consecuencia. Todo funciona en tres pasos:
Los mini-imanes desordenados presentes en nuestro cuerpo
están dispuestos en la dirección opuesta por un campo magnético externo.
Un segundo campo magnético crea una interacción que permite
que los imanes atómicos de nuestro cuerpo absorban energía.
Tan pronto como el segundo campo magnético se apaga
nuevamente, esta energía se libera nuevamente, que es el momento en que se toma
la medición y se ensambla la grabación.
De esta manera, las personas pueden ser examinadas en detalle sin ninguna exposición a la radiación. Sin embargo, no es el único ejemplo destacado de lo útiles que son los imanes para medicina.
Filtrado magnético para enfermedades como la malaria y la
leucemia.
George Fordsham, doctor en ingeniería bioquímica, ha sido un innovador menor de 35 años desde 2019 porque desarrolló una técnica que él llama filtración de sangre magnética. Aquí también, el uso de imanes es esencial. La sangre se extrae del cuerpo para limpiarla de toxinas y patógenos.
Este es un gran paso adelante en la lucha contra enfermedades como la malaria y la leucemia, ya que el paciente no se ve afectado por la radiación nociva. Su técnica, que él llama MediSieve, todavía está en desarrollo. Consiste en un filtro desechable y nanopartículas magnéticas que se adhieren a los contaminantes en la sangre para extraerlos del torrente sanguíneo. Esto no restringe las sustancias positivas en la sangre.
Desarrollos como este muestran el potencial que ofrece el uso de imanes para medicina.
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