Campos electromagnéticos y salud

Los campos electromagnéticos de una intensidad baja no producen ninguna consecuencia que afecte negativamente en la salud. Nuestro cuerpo utiliza impulsos electromagnéticos con el fin de producir ondas cerebrales y el latido del corazón.

Actualmente en nuestra vida diaria nos podemos encontrar expuestos a varios campos magnéticos de baja frecuencia como: electrodomésticos, maquinarias, cuadros eléctricos y equipos informáticos…

Dispositivos más comunes que tienen campos electromagnéticos

Los dos dispositivos más comunes que tienen campos electromagnéticos son:

Los teléfonos móviles pueden generar diferentes efectos hacia la salud de las personas que lo emplean. Estos efectos serán diferentes dependiendo si son a corto plazo o a largo plazo.

o   Efectos a corto plazo: la energía radioeléctrica provoca el calentamiento de los tejidos. A pesar de esto el aumento que se encuentra en las zonas como el cerebro o los órganos en el cuerpo son ondas electromagnéticas de baja frecuencia, por lo que lo serán perjudiciales para la salud.

o   Efectos a largo plazo: una alta y prolongada exposición puede generar una variación del ritmo cardiaco.

Los microondas desprenden ondas de rayos X y gamma que sí pueden ser peligrosas produciendo quemaduras o hasta cáncer. Desde otro punto de vista los microondas pueden traspasar ftalatos (la sustancia química que tienen los plásticos) y de ahí, que pasen a la comida y más tarde a nuestro organismo.

Tipos de CEM

Existen dos tipos de CEM

-          Ionizante: alta frecuencia y una longitud de onda menor. Este tipo puede provocar la rotura de enlaces químicos y alterar la estructura tanto molecular como química. El CEM ionizante puede provocar daños en diferentes zonas como en piel u órganos.

-          No ionizante: menor frecuencia y una longitud de onda más larga. Este tipo no debería afectar a la salud humana. Según la asociación americana del corazón los marcapasos no se pueden ver afectados por la radiación de los electrodomésticos.

Según varios estudios, la probabilidad de que a los niveles de las normativas actuales los campos electromagnéticos pueden contribuir al desarrollo del cáncer.

Los CEM de la parte no ionizante del espectro electromagnético no puede dañar directamente la célula por lo que no puede causar el cáncer, pero sí aumentar el riesgo por la exposición a estos campos electromagnéticos.