¿Cómo afecta el frío a los imanes?
Los imanes tienen una capacidad de atracción de elementos metálicos generando campos magnéticos. Estos campos magnéticos son creados a causa del movimiento de cargas eléctricas, donde los átomos de los imanes permanentes se encuentran alineados para posteriormente conseguir un campo magnético mayor. Si ponemos un imán en un lugar el cual tenga una baja temperatura el magnetismo aumentará . Esto se debe a que las moléculas que se encuentran en el interior del imán poseen una energía cinética menor por lo que consecuentemente se moverán más lentamente, facilitando la alineación de las partículas. Este hecho hará que el campo magnético quede fortalecido por el imán, aumentando tanto sus propiedades magnéticas como su fuerza de atracción.
¿Cómo afecta el frío a un electroimán y a un imán permanente?
Por un lado, un imán de neodimio mantendrá sus propiedades y su correcto funcionamiento hasta -130ºC . Por otro lado, los imanes de ferrita tienen una mayor facilidad a la desmagnetización cuando se encuentran a una baja temperatura que en una temperatura más elevada. Este tipo de imán permanente perderá su fuerza magnética por debajo de los -60ºC.
Al igual que los imanes permanentes, los electroimanes tienen un campo magnético más fortalecido a una baja temperatura, ya que el frío disminuye la resistencia del cable, aumentando su corriente. Los átomos que se encuentran en los imanes tienen una vibración más pausada y más ordenada cuando están fríos, generando un campo magnético y una fuerza mayor.
Como podemos ver en el siguiente gráfico, la fuerza magnética se reduce a medida que la temperatura aumenta.
Beneficios de que un imán en una baja temperatura
A medida que la temperatura del ambiente del imán disminuye el Br aumenta, es decir la densidad de flujo que queda en el imán una vez ha sido magnetizada es mayor.
Por otro lado, el Hci (resistencia a la desimantación), puede aumentar tanto como duplicar o triplicar su valor. Desde el punto de vista de su magnetización, el campo requerido para llevar a la saturación del imán.
Aplicaciones en lugares fríos donde se utilicen los imanes
Los imanes más conocidos que soportan baja temperatura se conocen como imanes superconductores, estos trasladan la corriente eléctrica manteniendo la energía en su totalidad, esta gran conductividad se suele destinar a aplicaciones como: la resonancia magnética, trenes de levitación magnética y aceleradores de partículas.
¿Qué es la remanencia exactamente?
La remanencia o también conocido como magnetismo residual es la capacidad que tiene un material a conservar el magnetismo que ha sido inducido, a pesar de no tener la presencia de un campo magnético externo. Dependiendo del tipo de imán tendrá una remanencia alta o baja. Por ejemplo, el imán de alnico, imán de samario e imán de neodimio tienen una remanencia alta. Sin embargo, el imán de ferrita tiene una remanencia menor.
La fuerza de la remanencia nos indica la fuerza de magnetización que tenga un imán. Esto quiere decir que la máxima remanencia tiene un valor del material concreto, este valor se puede conocer mediante la curva de histéresis. En esta curva podemos ver la densidad del flujo magnético inducido (B) y la fuerza de magnetización (H) de un material.
La remanencia actúa de forma diferente si el material magnético es considerado duro o blando. Los materiales magnéticos duros, o también conocidos como los imanes permanentes, tienen un alto grado de magnetismo permanente una vez el campo magnético es ausente. Por otro lado, los materiales magnéticos blandos necesitan un porcentaje menor de magnetización de saturación.
¿Cómo se mide la remanencia magnética?
Esta remanencia se mide mediante la densidad del flujo magnético. De la misma manera según el sistema internacional se simboliza con gauss o tesla.
10.000Gauss = 1 Tesla.
Tipos de remanencia
Existen varios tipos de remanencia:
o Remanencia de desmagnetización DC: El imán se magnetiza en una dirección aplicando una corriente eléctrica hasta alcanzar el punto de saturación.
o Remanencia de desmagnetización de CA: El imán se magnetiza mediante una corriente externa.
¿Se puede perder la remanencia?
La desmagnetización de un imán sucede cuando el valor de remanencia disminuye al máximo. Es decir, la remanencia puede desaparecer en el caso de que aparezcan fuertes vibraciones, está bajo la presencia de un elevado calor. Cuando se supera el grado de temperatura, podemos encontrarnos con una pérdida de la remanencia del imán. Esta pérdida puede ser reversible, irreversible y permanente, dependiendo el exceso de temperatura que se le ha aplicado al material.
¿De cuántos gauss son los imanes para biomagnetismo?
El biomagnetismo es una terapia natural que consiste en disminuir las causas de algún dolor colocando en diferentes zonas del cuerpo materiales magnéticos (imanes). Al contrario de la terapia y de la acupuntura magnética, el biomagnetismo hace uso de imanes con cargas opuestas. Estas cargas opuestas provocarán una despolarización en donde las zonas del cuerpo donde tienen el PH desequilibrado, vuelvan a su estado original.
Uno de los beneficios más característicos del biomagnetismo es la capacidad de curación de zonas con una pequeña parte de efectos secundarios. Al contrario que otras terapias los efectos secundarios son prácticamente nulos. Así como de ser natural e indoloro, a diferencia de las demás terapias esta se dirige principalmente al foco del dolor.
¿Cómo funciona el biomagnetismo?
El biomagnetismo funciona como un escaneo, es decir se colocan los imanes en las áreas del cuerpo donde se hallen los órganos o tejidos dañados, con la finalidad de conseguir un equilibrio del organismo, que conlleva una mejora en la salud de la persona de forma inmediata una vez acabada la sesión de terapia.
En cuanto el PH de nuestro cuerpo vuelve a ser el adecuado, es decir quedará neutralizado, de tal forma que las patologías desaparecerán. Esta terapia desempeña una alteración que posteriormente corrige las zonas de nuestro organismo que está dañado. Para que el biomagnetismo funcione debemos emplear otras técnicas de complementación.
¿Cuántos Gauss han de tener los imanes del biomagnetismo?
Los tipos de imanes más recomendados para el biomagnetismo son los imanes esféricos, este tipo de imán tendrán los ejes magnéticos en el centro, por lo que la intensidad estará repartida por todo el imán. Por otro lado, encontramos los imanes con mayor superficie, estos tendrán un mayor grado de magnetización y una alta calidad.
Dependiendo la calidad de los imanes harán falta un mayor número de Gauss o uno menor, dependiendo del tipo de imán que se utilice. Los más habituales son los imanes de neodimio y de ferrita. Eso sí, el único requerimiento que se debe tener para el biomagnetismo es la presencia de un imán de 1.000 gauss para obtener los resultados esperados.
Imanes de neodimio requieren un mayor número de gauss, entre 2.500-6.000 gauss, eso se debe al recubrimiento que necesitan este tipo de imanes lo que le quitará potencia, bajando su efectividad.